Alejandra Sánchez

Deriva en Altamar | Equipo Fragata

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Contar historias es parte fundamental de nuestra humanidad: constantemente nos vemos inmersos en las palabras de lo que las personas alrededor nos cuentan, y nos imaginamos un sinfín de escenarios y posibilidades que son tan reales como si las hubiésemos vivido en carne propia. Sin embargo, rara vez tenemos la oportunidad de adentrarnos en un mundo que no es el nuestro, y de aprender a escuchar y valorar una historia en la que nosotros mismos estamos lejos de ser los protagonistas. Esta clase fue una oportunidad para ponernos a nosotros mismos en el rol de espectadores, y nos puso en la difícil tarea de explorar un medio a través del cuál pudiésemos dar vida a todo lo que nuestras parejas de conversación nos contaban.

Es una clase que fortalece las destrezas que, como diseñadores, adquirimos a lo largo de la carrera, y nos hace explorar una nueva estrategia para conectarnos con las personas que, a la larga, son el núcleo de nuestra carrera. Sin embargo, y aún más importante, es una clase cuyo objetivo último es estrechar lazos entre personas a través de la conversación, y empezar a distinguir que las grandes historias vienen de todas partes, y que en los lugares más recónditos se encuentran las hazañas más asombrosas.