Mariana Cepeda

Contracorriente | Equipo Bao

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Constantemente vivimos el día a día a un ritmo acelerado, muy pocas veces nos detenemos a pensar en el aquí y el ahora, que es en realidad lo más valioso que tenemos. Somos los autores de nuestra propia historia, tomamos decisiones que determinan nuestro rumbo y frecuentemente, coincidimos con personas que hacen del camino una experiencia amena.

Sin embargo, no todo es color de rosa, existen también obstáculos, barreas físicas y mentales que nos ponen a prueba, nos obligan a esforzarnos un poco más y en ocasiones retroceder. Pero, ¿qué sería de nosotros sin los momentos difíciles, esos en los que sentimos que estamos yendo en contra de la corriente?. Poca atención le ponemos a los detalles, y es ahí cuando nos damos cuenta que de lo ordinario surge lo realmente grande, el impulso a ser la mejor versión de nosotros, las ansias de alcanzar metas y cumplir deseos.

Está en la naturaleza humana buscar respuestas de manera incesante, y no hay nada más frustrante que la imposibilidad de encontrarlas, o peor aún, descubrir algo que no esperábamos. Pero, justamente de eso de trata la vida, de poder levantarnos cada vez más fuertes y seguir nuestro instinto, al final, solo uno sabe lo que necesita.

La vida me ha enseñado que hay cosas que no son negociables; la felicidad, tranquilidad e integridad, por eso no hay nada más satisfactorio que estar orgullosos de lo que somos y hacemos, al fin y al cabo, solo se vive una vez y no hay que aferrarnos al pasado, ni precipitarnos al futuro, sino estar en el presente, aquí y ahora.